Por amor....una historia para nunca olvidar
En días pasados coloqué una imagen tallada en madera del Arcángel Miguel en la entrada de mi casa, a expensas de que las autoridades del condominio me pidieran quitarlo por alterar la fachada del piso. Mientras lo hacía, le pedía su protección para mi hogar y para los necesitados, y lo que les voy a contar ahora, estoy segura que tiene mucho que ver con su indiscutible magnetismo energético para ayudar a las almas perdidas.
Cerca de las tres de la tarde, mi esposo me llamó para decirme que estaba en la puerta de la casa y que había una señora perdida allí. Me pareció muy confuso el mensaje así que caminé hacia la puerta y en efecto, encontré a mi esposo, una vecina y una señora de unos ochenta y pico de años temblando de miedo y llanto diciendo que quería entrar a mi casa porque ella estaba buscando a Dios. La vecina, quien está casada con un policía de la ciudad de Miami, le facilitó una silla para que la señora se sentara en el pasillo pidiéndole que se calmara un poco y me hizo señas de no involucrarme y esperar hasta que llegara la policía.
Al ver cómo temblaban las manos de la señora en medio de su confusión y de lo nerviosa que estaba le ofrecí un té de tilo, ella muy dulcemente me dijo que sí quería, así que entré a casa para prepararlo. Mientras calentaba el agua, coloqué un poco de miel en la taza y comencé a registrar los gabinetes queriendo encontrar unas raíces de valeriana que tengo para estos casos y que son muy efectivas para tranquilizar la mente, pero no las encontré, al parecer ya las habíamos consumido todas, comprendí entonces porque estaba durmiendo tan bien últimamente. Mi esposo, quien siempre me prepara té por las noches, había gastado todas mis raíces de valeriana para lograr mi descanso tranquilo debido a mis recurrentes dolores de espalda.
Salí con la taza de té, asegurándome de que el brebaje no estuviera ni muy frío, ni muy caliente para que la señora no se fuera a quemar. Mientras la doñita se tomaba el té, le pregunté su nombre, ella respondió con tímida lucidez: - Elina.- por razones de privacidad he alterado su nombre en este relato- ¿Elina qué? - le pregunté nuevamente. - Elina Solórzano - contestó.
Yo, muy discretamente continué con mi interrogatorio: - ¿Y tiene hijos?, ¿Cómo se llaman?, ¿Recuerda sus nombres? - tenía muchas preguntas y me sorprendía el hecho de que la vecina no se las hubiera hecho antes. La señora me indicó el nombre y apellido de uno de sus hijos, y me dijo también que él era policía y que trabajaba en Aventura, que por favor lo ubicara y le dijera que ella había sido secuestrada y que había logrado escapar pero que se encontraba perdida.
Supe inmediatamente que se trataba de un caso de Alzheimer, la madre de mi esposo había pasado por un proceso similar hacía unos años atrás antes de su muerte. Es una enfermedad cada vez más frecuente en personas de la tercera edad y los hace perder la memoria e inventar cuentos raros como este de persecución y maltrato. Sentí mucha compasión por la señora y me molestó que la vecina la tratara como una loca. Insistí con mis preguntas para ver de qué manera podía ayudarla a encontrar a sus familiares, pero la vecina, quien ya les dije que estaba casada con un policía, me dijo: - Ya llamé al 911, la policía está en camino, deja que ellos se encarguen porque si te metes puedes terminar tu con una demanda. - insistió con su actitud de profundo conocimiento del "sistema".
Pero mi testarudez, parece ser más fuerte que el "sistema" y le dije: - Si yo fuera su hija, y estoy consciente de que ella tiene alzheimer, le tendría en su bolso los nombres y teléfonos más importantes a la hora de una emergencia como esta. Apuesto a que dentro de su cartera tiene información que la puede ayudar.- La doñita me escuchó y enseguida abrió su bolso para darme una libretica con varios números de teléfono. La vecina se acercó a ella y le dijo que la guardara, que no sería necesario y que la policía ya estaba en camino para ayudarla.
Aquella situación me resultaba totalmente carente de sentido común y de humanidad, pero para evitar confrontaciones que atentaran contra el "sistema" que ella conocía muy bien porque estaba casada con un policía, me di media vuelta con los pocos datos que tenía, entré nuevamente a la casa para investigar en la computadora y adivinen qué encontré.
Primero revisé el nombre de su hijo, en efecto era policía y trabajaba en el departamento de policía de Aventura tal como ella había indicado. Busqué la manera de localizarlo y llamé a un par de teléfonos de la estación, al tiempo que seguía investigando en varios buscadores de internet por el nombre de la señora hasta que logré averiguar que era real y que la dulce anciana había sido cantante, al menos esa fue mi deducción luego de encontrar varias fotos muy bonitas de ella cuando estaba joven cantando en un club nocturno. Finalmente, el departamento de policía me atendió y luego de indicarles la situación me dijeron que contactarían inmediatamente a su hijo pero que ya no trabajaba en ese departamento. Les dejé mis datos y un amplio resumen de lo acontecido.
Regresé al pasillo donde aun se encontraba la señora Elina, la vecina y mi marido. Me pareció extraño que aun no llegara la policía y le pregunté a la vecina, ella me dijo que le informaron que demorarían un poco porque no se trataba de una emergencia. En cuestión de segundos recordé que recientemente había escuchado en las noticias acerca de un señor mayor que se había extraviado en la ciudad de Doral y que habían encontrado muerto un par de días después. En ese momento, les mencioné lo que había investigado y les dije que la información que ella nos había dado dentro de su cuestionada lucidez era correcta y que ya le había dejado un mensaje a su hijo. La vecina no estuvo de acuerdo con mi atentado al "sistema".
Noté que el té de Tilo había logrado su efecto y la señora estaba más tranquila, entonces le pregunté: - ¿Usted fue cantante? - en ese momento brilló una hermosa luz morada junto a ella, supe que era una señal para indicarme que ese era el camino de la conversación, yo las llamo las luces que me guían, pero no hablaré de eso ahora. La señora dejó de hablar de su tragedia y con sus ojos grandes e iluminados me preguntó cómo sabía que ella era cantante. Su rostro cambió y comenzó a contarnos de sus mágicas noches cuando le cantaba a la vida.
La música, una vez más, daba inicio al milagro. Le pregunté si recordaba alguna canción con la intención de alejar su mente de su dolor, pues repetía una y otra vez que había sido secuestrada, golpeada y maltratada y que necesitaba que Dios la ayudara, encontrar a su hijo y volver a casa. Pero yo solo podía hacerle la espera más agradable mientras llegaban los héroes del sistema.
-"Por amor"- me dijo- Hay una canción que se llama Por amor.- Le pedí a mi esposo su teléfono inteligente y enseguida ubiqué la canción en youtube, pero habían varias con ese nombre y no sabía cuál era la que ella cantaba, así que le pregunté si recordaba el nombre de alguna otra cantante que interpretara esa canción: - A parte de mi, la cantaba Vikky Carr- Bingo!, la encontré, me dije a mi misma.
En ese momento llegó la policía y adivinen qué hicieron. Abrieron el bolso de la señora, sacaron su libretita telefónica, y justo allí, en la primera página estaba el teléfono de su hijo a quien llamaron inmediatamente. Para este momento ya teníamos más de una hora con la doñita en crisis. La señora se puso un poco nerviosa con el ruido de los radio transmisores de los policías, las armas, las chapas, los uniformes. Me preguntó varias veces si estaban armados y si la iban a cuidar de sus raptoras.
La policía y el hijo de la señora, acordaron vía telefónica, pedir una ambulancia para llevarla al hospital más cercano para realizarle un chequeo y luego internarla en un lugar apropiado. Su hijo la encontraría en el hospital. Mientras tanto, la señora Elina nos contaba cómo había logrado escapar, al tiempo que lamentaba no poder recordar muchas cosas de su vida. Le puse la canción "Por amor" y enseguida su memoria emocional reaccionó y comenzó a cantar en voz baja sorprendida de recordarla. Mientras la cantaba, nos comentaba de su época de oro, de su voz y de cómo la gente le pedía que cantara esa canción en sus shows.
Y mientras la vecina conversaba con los policías esperando que llegara el Rescue, mi esposo y yo aprovechamos para escuchar las lindas historias de Elina, las cuales iban viniendo a su memoria conforme iba escuchando más canciones de Vikky Carr. Una de ellas, la cantó con tanta pasión que la hizo llorar y luego sacó unas fotografías de su cartera. - Mira- dijo señalándome el señor de la foto - Este fue un novio que yo tuve - Wao!, era muy guapo- le dije - Y usted lucía como un reina - le comenté con entusiasmo y franqueza, pues ambos lucían espectaculares y muy enamorados. Ella nos contó que lo había dejado porque el hombre era casado y que había sido una separación muy dolorosa para ambos.
En ese momento llegaron los amigos de Fire Rescue, siempre tan alegres y bien dispuestos. Elina me preguntó si podía confiar en ellos y yo le aseguré que estaría en buenas manos y que además eran cinco chicos muy apuestos quienes la llevarían al hospital donde se encontraría con su hijo. Volví a ver esa luz morada brillar a su lado y supe que estaría bien, le di las gracias a Dios por haberme permitido conocer a esa bella dama y poder darle un poco de amor y comprensión dentro de su estado de nervios y esa sensación de estar completamente perdida e insegura, le pedí para que la cuidara y la llevaran a un lugar bonito.
Elina quería estar con Dios y pensaba que ya era momento de irse, así me lo había confesado cuando conversábamos durante la tarde de hoy, mientras me mostraba las fotos de sus nietas y le cantaba al amor de su vida.
Por amor se han creado los hombres en la faz de la tierra
Por amor hay quien haya querido regalar una estrella
Por amor se confunden las aguas y en la fuente se besan
Por amor, una noche cualquiera, un amante se entrega
Por amor, en un beso se calman unos labios que esperan....
Fue un placer conocerte Elina.
Por Amor de Vikky Carr / Cortesia de Youtube
Acciones hacen corazones
Feliz 2016
Patricia Carlés
Cerca de las tres de la tarde, mi esposo me llamó para decirme que estaba en la puerta de la casa y que había una señora perdida allí. Me pareció muy confuso el mensaje así que caminé hacia la puerta y en efecto, encontré a mi esposo, una vecina y una señora de unos ochenta y pico de años temblando de miedo y llanto diciendo que quería entrar a mi casa porque ella estaba buscando a Dios. La vecina, quien está casada con un policía de la ciudad de Miami, le facilitó una silla para que la señora se sentara en el pasillo pidiéndole que se calmara un poco y me hizo señas de no involucrarme y esperar hasta que llegara la policía.
Al ver cómo temblaban las manos de la señora en medio de su confusión y de lo nerviosa que estaba le ofrecí un té de tilo, ella muy dulcemente me dijo que sí quería, así que entré a casa para prepararlo. Mientras calentaba el agua, coloqué un poco de miel en la taza y comencé a registrar los gabinetes queriendo encontrar unas raíces de valeriana que tengo para estos casos y que son muy efectivas para tranquilizar la mente, pero no las encontré, al parecer ya las habíamos consumido todas, comprendí entonces porque estaba durmiendo tan bien últimamente. Mi esposo, quien siempre me prepara té por las noches, había gastado todas mis raíces de valeriana para lograr mi descanso tranquilo debido a mis recurrentes dolores de espalda.
Salí con la taza de té, asegurándome de que el brebaje no estuviera ni muy frío, ni muy caliente para que la señora no se fuera a quemar. Mientras la doñita se tomaba el té, le pregunté su nombre, ella respondió con tímida lucidez: - Elina.- por razones de privacidad he alterado su nombre en este relato- ¿Elina qué? - le pregunté nuevamente. - Elina Solórzano - contestó.
Yo, muy discretamente continué con mi interrogatorio: - ¿Y tiene hijos?, ¿Cómo se llaman?, ¿Recuerda sus nombres? - tenía muchas preguntas y me sorprendía el hecho de que la vecina no se las hubiera hecho antes. La señora me indicó el nombre y apellido de uno de sus hijos, y me dijo también que él era policía y que trabajaba en Aventura, que por favor lo ubicara y le dijera que ella había sido secuestrada y que había logrado escapar pero que se encontraba perdida.
Supe inmediatamente que se trataba de un caso de Alzheimer, la madre de mi esposo había pasado por un proceso similar hacía unos años atrás antes de su muerte. Es una enfermedad cada vez más frecuente en personas de la tercera edad y los hace perder la memoria e inventar cuentos raros como este de persecución y maltrato. Sentí mucha compasión por la señora y me molestó que la vecina la tratara como una loca. Insistí con mis preguntas para ver de qué manera podía ayudarla a encontrar a sus familiares, pero la vecina, quien ya les dije que estaba casada con un policía, me dijo: - Ya llamé al 911, la policía está en camino, deja que ellos se encarguen porque si te metes puedes terminar tu con una demanda. - insistió con su actitud de profundo conocimiento del "sistema".
Pero mi testarudez, parece ser más fuerte que el "sistema" y le dije: - Si yo fuera su hija, y estoy consciente de que ella tiene alzheimer, le tendría en su bolso los nombres y teléfonos más importantes a la hora de una emergencia como esta. Apuesto a que dentro de su cartera tiene información que la puede ayudar.- La doñita me escuchó y enseguida abrió su bolso para darme una libretica con varios números de teléfono. La vecina se acercó a ella y le dijo que la guardara, que no sería necesario y que la policía ya estaba en camino para ayudarla.
Aquella situación me resultaba totalmente carente de sentido común y de humanidad, pero para evitar confrontaciones que atentaran contra el "sistema" que ella conocía muy bien porque estaba casada con un policía, me di media vuelta con los pocos datos que tenía, entré nuevamente a la casa para investigar en la computadora y adivinen qué encontré.
Primero revisé el nombre de su hijo, en efecto era policía y trabajaba en el departamento de policía de Aventura tal como ella había indicado. Busqué la manera de localizarlo y llamé a un par de teléfonos de la estación, al tiempo que seguía investigando en varios buscadores de internet por el nombre de la señora hasta que logré averiguar que era real y que la dulce anciana había sido cantante, al menos esa fue mi deducción luego de encontrar varias fotos muy bonitas de ella cuando estaba joven cantando en un club nocturno. Finalmente, el departamento de policía me atendió y luego de indicarles la situación me dijeron que contactarían inmediatamente a su hijo pero que ya no trabajaba en ese departamento. Les dejé mis datos y un amplio resumen de lo acontecido.
Regresé al pasillo donde aun se encontraba la señora Elina, la vecina y mi marido. Me pareció extraño que aun no llegara la policía y le pregunté a la vecina, ella me dijo que le informaron que demorarían un poco porque no se trataba de una emergencia. En cuestión de segundos recordé que recientemente había escuchado en las noticias acerca de un señor mayor que se había extraviado en la ciudad de Doral y que habían encontrado muerto un par de días después. En ese momento, les mencioné lo que había investigado y les dije que la información que ella nos había dado dentro de su cuestionada lucidez era correcta y que ya le había dejado un mensaje a su hijo. La vecina no estuvo de acuerdo con mi atentado al "sistema".
Noté que el té de Tilo había logrado su efecto y la señora estaba más tranquila, entonces le pregunté: - ¿Usted fue cantante? - en ese momento brilló una hermosa luz morada junto a ella, supe que era una señal para indicarme que ese era el camino de la conversación, yo las llamo las luces que me guían, pero no hablaré de eso ahora. La señora dejó de hablar de su tragedia y con sus ojos grandes e iluminados me preguntó cómo sabía que ella era cantante. Su rostro cambió y comenzó a contarnos de sus mágicas noches cuando le cantaba a la vida.
La música, una vez más, daba inicio al milagro. Le pregunté si recordaba alguna canción con la intención de alejar su mente de su dolor, pues repetía una y otra vez que había sido secuestrada, golpeada y maltratada y que necesitaba que Dios la ayudara, encontrar a su hijo y volver a casa. Pero yo solo podía hacerle la espera más agradable mientras llegaban los héroes del sistema.-"Por amor"- me dijo- Hay una canción que se llama Por amor.- Le pedí a mi esposo su teléfono inteligente y enseguida ubiqué la canción en youtube, pero habían varias con ese nombre y no sabía cuál era la que ella cantaba, así que le pregunté si recordaba el nombre de alguna otra cantante que interpretara esa canción: - A parte de mi, la cantaba Vikky Carr- Bingo!, la encontré, me dije a mi misma.
En ese momento llegó la policía y adivinen qué hicieron. Abrieron el bolso de la señora, sacaron su libretita telefónica, y justo allí, en la primera página estaba el teléfono de su hijo a quien llamaron inmediatamente. Para este momento ya teníamos más de una hora con la doñita en crisis. La señora se puso un poco nerviosa con el ruido de los radio transmisores de los policías, las armas, las chapas, los uniformes. Me preguntó varias veces si estaban armados y si la iban a cuidar de sus raptoras.
La policía y el hijo de la señora, acordaron vía telefónica, pedir una ambulancia para llevarla al hospital más cercano para realizarle un chequeo y luego internarla en un lugar apropiado. Su hijo la encontraría en el hospital. Mientras tanto, la señora Elina nos contaba cómo había logrado escapar, al tiempo que lamentaba no poder recordar muchas cosas de su vida. Le puse la canción "Por amor" y enseguida su memoria emocional reaccionó y comenzó a cantar en voz baja sorprendida de recordarla. Mientras la cantaba, nos comentaba de su época de oro, de su voz y de cómo la gente le pedía que cantara esa canción en sus shows.
Y mientras la vecina conversaba con los policías esperando que llegara el Rescue, mi esposo y yo aprovechamos para escuchar las lindas historias de Elina, las cuales iban viniendo a su memoria conforme iba escuchando más canciones de Vikky Carr. Una de ellas, la cantó con tanta pasión que la hizo llorar y luego sacó unas fotografías de su cartera. - Mira- dijo señalándome el señor de la foto - Este fue un novio que yo tuve - Wao!, era muy guapo- le dije - Y usted lucía como un reina - le comenté con entusiasmo y franqueza, pues ambos lucían espectaculares y muy enamorados. Ella nos contó que lo había dejado porque el hombre era casado y que había sido una separación muy dolorosa para ambos.
En ese momento llegaron los amigos de Fire Rescue, siempre tan alegres y bien dispuestos. Elina me preguntó si podía confiar en ellos y yo le aseguré que estaría en buenas manos y que además eran cinco chicos muy apuestos quienes la llevarían al hospital donde se encontraría con su hijo. Volví a ver esa luz morada brillar a su lado y supe que estaría bien, le di las gracias a Dios por haberme permitido conocer a esa bella dama y poder darle un poco de amor y comprensión dentro de su estado de nervios y esa sensación de estar completamente perdida e insegura, le pedí para que la cuidara y la llevaran a un lugar bonito.Elina quería estar con Dios y pensaba que ya era momento de irse, así me lo había confesado cuando conversábamos durante la tarde de hoy, mientras me mostraba las fotos de sus nietas y le cantaba al amor de su vida.
Por amor se han creado los hombres en la faz de la tierra
Por amor hay quien haya querido regalar una estrella
Por amor se confunden las aguas y en la fuente se besan
Por amor, una noche cualquiera, un amante se entrega
Por amor, en un beso se calman unos labios que esperan....
Fue un placer conocerte Elina.
Por Amor de Vikky Carr / Cortesia de Youtube
Acciones hacen corazones
Feliz 2016
Patricia Carlés
Comentarios
Publicar un comentario